viernes, 29 de abril de 2011

Atapuerca, el misterio de la evolución humana (Lorena Hernando)

El hallazgo de Atapuerca vino por casualidad. A finales del siglo XIX, y a principios del XX, se construyó un ferrocarril para el transporte de material minero desde Sierra Demanda hasta la capital, Burgos. El trazado del ferrocarril describe una gran curva a la altura de la Sierra de Atapuerca, entrando en ella y atravesándola.Revisando los planos del sendero del ferrocarril, nos damos cuenta de que el paso por la Sierra de Atapuerca y la curva descrita antes eran totalmente innecesarias y existían otras muchas alternativas que ahorraban dinero, tiempo y trabajo. Pues gracias al desfiladero que hizo el ferrocarril, se descubrieron una serie de cuevas rellenas de sedimento hasta el techo que configuran el yacimiento de la Sierra de Atapuerca. A éste conjunto de cuevas se les denomina con el nombre de “La Trinchera” y lo forman “La Trinchera del Elefante”, “La Gran Dolina” y “Galería”. El primer hallazgo fósil se produjo en 1978 cuando el especialista en osos Trino Torres le llevó al paleoantropólogo Emiliano Aguirre un resto fósil. Éste ordenó realizar una excavación sistemática de la cual y desde 1991 dirigen un grupo de paleoantropólogos.





Vista de la antigua trinchera del ferrocarril con los yacimientos de la Sima del Elefante, Trinchera Galería y Gran Dolina

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